Por Andrés de Miguel.
La carta de mi aceptación de la presidencia de la Peña Taurina “Los de José y Juan” el 26 de marzo de 2018, marcaba tres objetivos para mi actuación: Difundir y estimular la aportación intelectual de la Peña y sus socios a la Tauromaquia, defender la integridad de la fiesta y tener una actuación basada en el buen humor y fácil trato. Para la consecución de estos objetivos y las formas de llevarlos a efecto, tenía como ejemplo a Luis Fernández Salcedo, quien combinó en sus escritos y en la memoria de quienes le trataron, la aportación intelectual, la defensa de la integridad de la fiesta y el buen humor.
Recuperar la memoria de Joselito, de quien se habían dejado pasar todos los centenarios de sus efemérides sin apenas recuerdo (la presentación de novillero en Madrid, la alternativa, la primera oreja que además fue a un toro de Saltillo, la corrida de los siete toros de Martínez, entre otras) así como de Belmonte (igualmente la presentación de novillero, la alternativa, las faenas de Tallealto y Barbero, también entre otras), se daba por supuesto, por ser un objetivo fundamental de la Peña.
Las circunstancias de degradación del ambiente social en contra de la tauromaquia y las derivadas de la pandemia que todavía arrastramos, han hecho urgente trabajar por la participación de los aficionados en la defensa de las corridas de toros y a ello hemos dedicado varias conferencias, además de un esfuerzo de relación con otros aficionados y asociaciones.
Los aficionados somos la memoria de la fiesta de toros y la esperanza de su supervivencia fuera de intereses personales y económicos espurios. Por ello he creído que era interesante que los socios de la Peña fueran aficionados de prestigio reconocido, para poder ampliar no solo el prestigio sino también la influencia de Los de José y Juan en el mundo de los toros.
Agradecer la participación en nuestros actos con un recuerdo con prestancia, más allá de las corbatas o los libros editados por nosotros, que no se excluyen ni mucho menos, tuvo el sentido de poner nuestras atenciones a la altura de nuestro prestigio social, como ya ocurría con nuestros premios anuales.
Entrar en las redes sociales donde está la sociedad actual, al menos su parte más dinámica, con la creación de un blog donde difundir algunos de los artículos, trabajos y actuaciones sociales en defensa de la tauromaquia de nuestros socios, además de nuestras propias actividades como peña, ha significado difundir nuestros actos más allá del boca a boca o la actuación presencial. También hemos publicado numerosas instantáneas de la edad de oro de nuestro nutrido archivo.
Además tenemos un canal propio de YouTube donde están las grabaciones de nuestros tres últimos ciclos de conferencias y un video resumen de cada uno de los cuatro. Más de 1.000 seguidores en Twitter y casi 4.500 visualizaciones de nuestras conferencias, nos han permitido ampliar el marco de la entrañable sala Bienvenida a la que han acudido en los tres Ciclos presenciales unos 1.000 asistentes. La realización del LXIV Ciclo de manera telemática, además de dar una imagen de resistencia ante la adversidad y no interrumpir nuestra actividad, nos ha abierto al conocimiento y la relación con aficionados de los ocho países de la Tauromaquia y de otros donde también hay importantes núcleos de aficionados.
Nuestros ciclos de conferencias han mantenido, si no aumentado, la imagen externa de la Peña debido a la calidad de los invitados y presentadores de las conferencias. El aldabonazo de la conmemoración del Centenario de la muerte de Joselito tuvo una gran participación de aficionados de múltiples procedencias y mucha repercusión social, que pudo ser más si no se hubiera interpuesto la pandemia. La asistencia de socios a una de las conferencias del Centenario llegó a 28, siendo así que la asistencia habitual en las conferencias difícilmente alcanza los 15, algo menos el año que se hicieron telemáticas.
Ha habido pocos actos societarios, hemos tenido que suspender entregas de premios y otros que no se han llegado a dar y que serán los próximos actos de la Peña, hemos realizado dos tientas con entrega de premios de los concursos infantiles en El Pecado Mortal y dos comidas de homenaje a ganaderos, una con Mª Isabel Lipperheide, ganadera de Dolores Aguirre y otra con José Escolar, una entrega del premio Adolfo Bollaín a Diego Urdiales y otra del premio Luis Fernández Salcedo a Adolfo Martín, con una mención especial a la ganadería de Saltillo de nuestro socio José Joaquín Moreno Silva. Además de las votaciones de los premios Luis Fernández Salcedo de 2018 y 2019 y Adolfo Bollaín 2018, 2019 y 2021. Todas se han realizado en José Luis del Bernabeu, que ha pasado a ser nuestra sede aun de manera oficiosa, gracias al buen trato que siempre nos han dispensado. De muchas de estas comidas, además de las realizadas tras las conferencias, se han editado los menús con fotos y el logo de la Peña, recuperando una antigua costumbre y siendo un bonito recuerdo para nuestros invitados y socios.
Hemos seguido publicando libros, siendo en este período cuando hemos editado “13 Ganaderos románticos” de Luis Fernández Salcedo, “Joselito Maravilla” de Don Pío (Alejandro Pérez Lugín) y “La tauromaquia de Juan Belmonte” de Luis Bollaín.
La aportación intelectual de la Peña, la defensa de la integridad de la fiesta y la promoción de la participación de los aficionados en el espectáculo, creo que han obtenido algunos logros de los que podemos, o al menos yo lo hago, sentirnos satisfechos. No así del buen humor que pretendía y que desapareció hace un par de años a raíz del desdichado asunto Sinisterra. Me ratifico, sin duda, en que la edición del libro que ligaba de una manera absurda la figura de Franco a la historia de la Peña, era impublicable tal y como estaba planteado, pero esta cuestión agrió las relaciones internas promoviendo un ambiente de desconfianza francamente desagradable e incluso trufado de insultos, que creo, o espero al menos, ya superado.
Este viaje de cuatro años, que es el tiempo que marcan los estatutos, empezado de manera brusca y sorprendente en marzo de 2018, he querido siempre que finalizara con una transición pacífica a un nuevo presidente, que continúe la trayectoria de la Peña, que deberá interpretar y representar atendiendo a su criterio y al de los peñistas, que haríamos bien si se expresara de una manera constructiva, colaboradora, y agradecida, al trabajo desinteresado de quienes dedican su tiempo y esfuerzos a la Peña.
Agradezco el trabajo de todos los que han formado parte de la Junta Directiva en estos cuatro años, que han sido 12 socios, de todos los que han colaborado en la organización en las conferencias y otros actos de la Peña, que han sido, al menos 23 socios, así como de los participantes en las conferencias que han sido 9 socios, algunos de ellos en varias ocasiones y 33 invitados y colaboradores que no eran socios.
Sobre todo quiero agradecer el apoyo personal e institucional de Pilar Vega de Anzo, verdadera referencia para mí, por sus cualidades de respeto, dedicación y apoyo desinteresado a la Peña y a la tauromaquia.
Muchas gracias a todos.
Madrid 28 de marzo de 2022
Andrés de Miguel
Socio desde el 24 de octubre de 1995
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