Miguel Cid Cebrián, como presidente de la ATP (Asociación Taurina Parlamentaria) realizó la presentación de la entrega de los XIII premios de esta asociación y asimismo la laudatio al Premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa, como premio extraordinario por su trayectoria en pro de la fiesta de los toros.
Por su interés reproducimos a continuación ambas intervenciones.
INTERVENCIÓN MIGUEL CID CEBRIÁN - PRESENTACIÓN DE LA ENTREGA DE PREMIOS
Intervención a cargo de Miguel Cid Cebrián – Presidente ATP
Palacio del Senado 18/10/21
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Sr. Presidente del acto y Presidente de honor de nuestra Asociación, Sres. premiados, compañeras y compañeros, Sras. y Sres., amigos todos. 

Quiero, en primer lugar, agradecer a la Mesa del Senado, la autorización para la celebración de este acto en esta Cámara y la cesión de este bellísimo salón para ello.

Igualmente, mi agradecimiento al Centro de Asuntos Taurinos de la Comunidad de Madrid, por el patrocinio concedido a nuestros trofeos, obras originales del escultor José Puente y a mi juico de gran belleza, y a todos Vds. por su asistencia. Muy especialmente quiero destacar la presencia de quien hace unos días cumplió 65 años de alternativa y que fue gran figura del toreo, el matador Jaime Ostos, premio de nuestra Asociación y que nos honra con su presencia y que deseo lo siga haciendo muchos años más. Gracias, maestro.

Celebramos hoy con el retraso provocado por el Covid 19, nuestra entrega de Premios, número 13, y con los elegidos entonces aquí presentes y a los que felicito cordialmente.

Enhorabuena pues al empresario y polifacético Simón Casas, que ha sabido mantener y prestigiar con gran profesionalidad y brillantez, entre otras, la Plaza de las Ventas, nuestra primera del mundo, cuando la pandemia lo ha permitido. Igualmente, al veterano periodista radiofónico José Luis Carabias, que desde las antenas de Radio Nacional de España ha sabido dirigir durante muchos años con maestría y eficacia el programa Clarín, cita obligada de los aficionados. También al catedrático Gonzalo Santonja, que desde su cátedra universitaria ha difundido con rigor los valores de la Tauromaquia con trabajos y estudios históricos. Punto y aparte se merece el maestro Morante de la Puebla, que está colmando un día sí y otro también las esperanzas de los aficionados con su valor y su arte, además de ser un estudioso de la Tauromaquia. Por último, hemos concedido un premio especial, al escritor y gran aficionado Mario Vargas Llosa, al igual que hicimos el año anterior con el Rey emérito por el que quiero expresar mi respeto y reconocimiento como aficionado y como Rey. Pues bien, el escritor Vargas Llosa, es digno merecedor de este premio especial por su acendrada afición a la fiesta de los toros que la prestigia y enaltece.

Pero nuestra Asociación hace además más cosas en cumplimiento de sus fines, como ha sido, por ejemplo, la denuncia presentada contra la alcaldesa de Gijón en el Ministerio de Cultura y Principado de Asturias, por sus planes de impedir los toros en la plaza municipal de dicha ciudad, cerrándola a dicha actividad para dedicarla a “otras cosas”. Es como dedicar un restaurante no a dar comidas, sino a otras cosas. Ello vulnera claramente la ley que declara la Tauromaquia Patrimonio Cultural de España y obliga a los poderes públicos a protegerla y difundirla.

Igualmente, siendo conscientes de la necesidad de potenciar la Fiesta en sus raíces, nuestra Asociación ha elaborado un proyecto viable para fomentar las novilladas populares para ofrecérselo a Ayuntamientos y Comunidades Autónomas para su implementación.

Al igual que colabora con el Instituto Internacional de Estudios Taurinos para mejorar los útiles de la lidia, y, en concreto, puyas, banderillas y estoque que ganen en eficacia y atenúen, en lo posible, los daños físicos al animal para que éste mejore su comportamiento.

Sin embargo, lo que más nos preocupa es la creciente animadversión de ciertos sectores privados y sobre todo públicos respecto a la protección y desarrollo de la Tauromaquia.

Tal es el caso de la promoción de actividades culturales entre los jóvenes al ignorarse la Tauromaquia, siendo ésta la manifestación cultural más importante del pueblo español al decir, por ejemplo, de Santiago Amón y García Lorca, entre otre otros.

Desde luego los antitaurinos y quienes les apoyan desde las instituciones, estoy seguro que no se saldrán con la suya, como tampoco los Papas y los Reyes, que trataron de abolirla.

No obstante, debemos de estar vigilantes y unidos para hacer frente a estos embates ya que aunque estoy convencido de que los políticos antitaurinos pasarán, la que no debe pasar sin duda es la Fiesta. Muchas gracias.

LAUDATIO DE MIGUEL CID CEBRIÁN A MARIO VARGAS LLOSA
Intervención a cargo de Mario Vargas Llosa 
Palacio del Senado 18/10/21
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En el año 1967, la entonces mi novia, me regaló “La ciudad y los perros”, con una flor y unas hojitas secas. Me impactó y conmovió tanto la novela que mi amor por ella se acrecentó y decidí que sería la mujer de mi vida, nos casamos cuatro años después y este año hemos celebrado nuestras Bodas de Oro. Gracias maestro por contribuir a nuestra felicidad y la de tanta gente.

Pero no estamos aquí para analizar y elogiar los méritos literarios de nuestro premiado. Eso ya lo hizo la Audiencia Sueca en 2010 al concederle el merecido Premio Nobel, sino para premiar su afición, yo diría que pasión por la Fiesta. Y como los escritores son indiscretos consigo mismos y nos cuentan lo que sienten y piensan, hay un artículo suyo publicado el 02/11/2003 en El País, donde así lo hace.

El artículo se titula “La capa de Belmonte”, que además de delicioso de leer, para los que somos aficionados, es un auténtico placer.

Me referiré sólo a tres capítulos. El primero, cuando nos cuenta que de niño de 8 ó 9 años le lleva su abuelo Pedro, como a tantos de nosotros, a la placita de toros de El Alto de Cochabamba, Bolivia, a ver la primera novillada de su vida. Y después, de ello nos dice: “Todo era hechicero y exaltante en el inolvidable espectáculo: la música, los jaleos de la afición, el colorido de los trajes, los desplantes de los espadas. Elegancia, crueldad, valentía, gracia y violencia se mezclaban en esas imágenes que me acompañaron tanto tiempo. Estoy seguro de que al regresar a la casa de Ladislao Cabrera todavía en estado de fiebre, aquella tarde había tomado ya la resolución inquebrantable de no ser aviador ni marino, sino torero”, menos mal que no fue inquebrantable la decisión y así no nos perdimos un gran escritor.

El segundo dato, también extraído del artículo, es su pasión como aficionado, cuando dice “el ídolo de mi juventud, el maestro de los maestros, el quieto, elegante y profundo Ordoñez, restaurador y exponente eximio del torero rondeño, lo vi por primera vez en una corrida a la que para entrar empeñé mi maquina de escribir en la alegre y sabrosa plaza de Acho en una soleada tarde de octubre…” ¿Es esto cierto?. ¿Hasta aquí puede llegar su desprendimiento y pasión?.

Cándido Mendez, ex Secretario General de UGT, exclamó hace unos días cuando lo comenté en una tertulia de amigos, “¡Pero si era su medio de vida!”. Saquen Vds. conclusiones.

Sus palabras finales en este artículo no tienen desperdicio “lo que ocurría en el ruedo era una magia aterradora y excelsa que me asustaba, hechizaba, entristecía y alegraba. Era belleza en estado puro. Ver torear a Ordoñez casi siempre me levantaba del asiento. Su delicadeza, su estética y esa extraña virtud de exponernos en ciertos momentos privilegiados, con desnudez total, la condición humana”.

Camilo José Cela, otro Premio Nobel, también quiso ser torero y llegó a vestirse de luces en la Plaza de Cebreros, Ávila, no tuvo suerte ese día y no pudo matar al toro, pero cuenta algo importante, “la gran novela de toros está por escribir, pues hay que reconocer que el ambiente que rodea el fenómeno taurino está siempre amenazado por el tópico”. Un reto que queda ahí.

Todo lo dicho y mucho más, son méritos más que suficientes para el premio que tengo el honor de entregar al maestro Vargas Llosa.

Muchas gracias.